Todas las madrugadas de lunes uno debería jugarselo todo a la ruleta. O a los dados. Justo como Dios hizo con el domingo. Es sólo que uno, ya esperó su turno.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
los lunes, Prado, ni las gallinas ponen, pero los martes, son la agonía de saber que seguimos en la rutina.
La ruleta o los dados van bien conmigo, la onda es apostarle a la posibiidad que tenemos de elegir regalárnosle a la suerte o a lo que la vida diga, pensando siempre tener el control, claro, sino no habría ironía en el asunto.
Cómo te quiero condenado!!, siempre decis lo que quiero leer jejeje... me haces sentir menos loca. abrazote
3 comentarios:
los lunes, Prado, ni las gallinas ponen, pero los martes, son la agonía de saber que seguimos en la rutina.
gracias por levantarme el ánimo.
La ruleta o los dados van bien conmigo, la onda es apostarle a la posibiidad que tenemos de elegir regalárnosle a la suerte o a lo que la vida diga, pensando siempre tener el control, claro, sino no habría ironía en el asunto.
Cómo te quiero condenado!!, siempre decis lo que quiero leer jejeje... me haces sentir menos loca.
abrazote
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